¡ ATRÉVETE !ÉL DEJÓ A SU ESPOSA POR UNA MUJER MÁS JOVEN, Y ASÍ ES COMO SE VENGÓ ELLA…


ÉL DEJÓ A SU ESPOSA POR UNA MUJER MÁS JOVEN, Y ASÍ ES COMO SE VENGÓ ELLA…



Siempre se mantuvo el dicho “la venganza es un plato que se sirve frío”. Y esta frase tan conocida podría resumir muy bien la historia que compartiremos hoy vosotros.
A veces en la vida se nos presentan las tesituras más complicadas que nos podamos imaginar y en las que nos vemos inmersos en la vida sin querer, no nos queda otro remedio que tomar las cartas sobre el asunto. Y no es para menos, si se trata de este caso, en el que se implican amantes y relaciones deshonrosas.
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Después de que su marido se fuera con otra mujer y encima mucho más joven que ella, la protagonista de esta historia se las ingenio de tal forma para realizar una venganza que a más de una se nos tendría que ocurrir en tal caso y que conseguirá despertar una sonrisa en vosotras.

Tras 37 años de matrimonio, con una casa y una familia hermosa Jake decidió abandonar a su esposa Edith por su joven y apuesta secretaria. Así es entonces que su nueva novia le exigió que viviesen en la espléndida y hermosa mansión donde Jake había vivido con su esposa durante todos esos años. Y al tener el hombre unos abogados mejor, consiguió quedarse con la casa que tanto quería su secretaría.

Jake, le dio solo 3 días para que su ex-esposa se marchara para siempre de la casa. Entonces de este modo, Edith se pasó el primer día de ellos haciendo cajas y el equipaje con su ropa.

El día siguiente lo dedicó a contratar a un equipo de mudanza con camiones para que se llevasen todas las cosas que eran suyas y de la que había sido su casa durante esos 27 años.

Y llegado el último día, se sentó por última vez en esa hermosa mesa del comedor, donde ella había elegido tanto tiempo atrás, encendió esas velas tan bonitas que tenía y decidió darse un pequeño festín a base de caviar y marisco, acompañado por una buena botella de Chardonnay.

Al terminar de comer, recorrió toda la casa, cada una de las habitaciones y también colocó los restos del marisco y el caviar dentro de las barras de las cortinas. Posteriormente se dedicó a limpiar la cocina y tranquilamente y con unas lágrimas en los ojos se marchó.


Para qué negarlo los primeros días de Jake y su nueva novia dentro de la casa fueron como un hermoso cuento de hadas. Pero poco a poco la casa comenzó a oler bastante mal.

Entonces empezaron a ventilarla y limpiarla lo mejor que pudieron, llamaron a limpiadoras incluso, pero seguía oliendo mal. También revisaron todos los rincones de la casa, los conductos de ventilación (pensaban que habían roedores muertos) y colocaron también ventiladores nuevos por todas partes.

No podían más con ese maloliente olor y llamaron a un equipo de exterminadores y llenaron la casa de productos químicos e incluso cambiaron las carísimas alfombras. Pero todo esto, de nada sirvió, ya que seguía oliendo muy mal.

Poco a poco sus amigos dejaron de hacerles visitas y también la sirvienta se despidió. La verdad es que nadie soportaba estar en esa casa ni por un instante de tanto olor que eso dejaba.

Y finalmente, decidieron marcharse de la casa, mudarse debido a ese petulante olor. Al cabo de un mes, el olor había empeorado notoriamente y la casa seguía sin un comprador oficial. Al fin y al cabo la casa parecía embrujada.

Al no poder vender la mansión, Jake tuvo que gastarse muchísimo dinero comprar una casa nueva.

Entonces, es cuando lo llamó su ex mujer para preguntarle cómo estaba y que como le había ido todo. Jake le contó esta historia sobre el feo olor que había en la casa y que tuvo que mudarse y ponerla a la venta. Edith escuchó todo silenciosamente y cuando su ex marido le terminó de contar, le dijo que extrañaba mucho la casa donde había vivido tantos años y que estaba dispuesta a acelerar los trámites del divorcio si le dejaba la casa para ella.

Pensando que su ex esposa pensaba que habría tanto mal olor en la casa, decidió venderla por solo un 10% de su valor real, pero con la condición de que le firmara los papeles en el mismo día sin dejar pasar un día más.

Así es como una semana después, la nueva novia de Jake y él mismo hacían la mudanza tan alegremente y se llevaban todas sus pertenencias a su nueva casa y por supuesto las barras de las cortinas incluidas también.
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